Características de una estufa
Una estufa es un artefacto para calentar
alimentos mediante hornillos (salidas de gas, protegidas por una parrilla
metálica). La estufa funciona comúnmente con gas doméstico (gas butano) aunque
también puede funcionar por medio de electricidad o leña. Los alimentos se
calientan por lo general a través de utensilios de cocina (como ollas, sartenes
y cazuelas. Según la técnica con que los alimentos sean calentados, una estufa
es capaz de hervir, cocer, freír, asar o fundir.
Una estufa doméstica moderna común funciona a base de gas y tiene 4 parrillas redondas (llamadas «hornallas» en el Cono Sur, «hornillos» en Centroamérica y «quemadores» en algunos países de Latinoamérica), e incluye un horno y un asador. En algunos países de Latinoamérica tiene también una parrilla grande y alargada al centro destinada para uso de un comal. El método moderno de encendido es a base de una chispa eléctrica aunque siempre ha estado disponible hacerlo mediante una fuente externa de ignición como cerillas o un encendedor. Normalmente una estufa incorpora perillas giratorias de control para cada una de sus hornillas. El horno y el asador tienen perillas adicionales con marcas de graduación relacionadas a la temperatura deseada. El horno incluye además una lámpara así como una ventana para poder observar su interior sin abrirla.
Debido a la naturaleza de una estufa doméstica —que emplea una sustancia inflamable (además de posiblemente electricidad) y cuya función es la de calentar alimentos— deben tomarse ciertas medidas mínimas de seguridad, en especial si en el hogar existen niños.
Una estufa doméstica moderna común funciona a base de gas y tiene 4 parrillas redondas (llamadas «hornallas» en el Cono Sur, «hornillos» en Centroamérica y «quemadores» en algunos países de Latinoamérica), e incluye un horno y un asador. En algunos países de Latinoamérica tiene también una parrilla grande y alargada al centro destinada para uso de un comal. El método moderno de encendido es a base de una chispa eléctrica aunque siempre ha estado disponible hacerlo mediante una fuente externa de ignición como cerillas o un encendedor. Normalmente una estufa incorpora perillas giratorias de control para cada una de sus hornillas. El horno y el asador tienen perillas adicionales con marcas de graduación relacionadas a la temperatura deseada. El horno incluye además una lámpara así como una ventana para poder observar su interior sin abrirla.
Debido a la naturaleza de una estufa doméstica —que emplea una sustancia inflamable (además de posiblemente electricidad) y cuya función es la de calentar alimentos— deben tomarse ciertas medidas mínimas de seguridad, en especial si en el hogar existen niños.
Explosión
Como se muestra
en el New York Times y en la Comisión de Seguridad de Productos del Consumidor,
si una estufa u horno no tiene una buena ventilación, o si hay un problema con
la línea de gas que se conecta al aparato, el gas puede acumularse y
eventualmente explotar cuando el usuario enciende la estufa nuevamente. Incluso
si los usuarios no están directamente cerca del aparato cuando éste explota,
aún pueden verse gravemente heridos o incluso asesinados por los escombros. Por
otra parte, si la estufa de gas está conectada a las tuberías de gas que se
conectan a otras casas, la explosión no necesariamente se limitará a una sola
casa. Según Gexcon.com, una explosión de gas se puede propagar a través de las
líneas (un proceso conocido como BLEVEs o efecto dominó) y causar explosiones
adicionales o incendios que causan la pérdida catastrófica de propiedades y de
vidas. Los controles periódicos de los respiraderos y de los conductos de gas
evitará este problema.
Monóxido de carbono
Las estufas y los hornos de gas producen una cierta
cantidad de monóxido de carbono a medida que se ejecutan. Normalmente, esto no
es un problema, pero si una casa está sellada extremadamente bien, el monóxido
de carbono no puede escapar del edificio. De acuerdo con la Oficina del
Distrito de Columbia para el Asesor de Inquilinos, esto puede causar mareos,
aturdimiento e incluso la muerte, porque la gente respira el monóxido de
carbono tóxico y no puede obtener suficiente oxígeno. El problema es aún mayor
porque el monóxido de carbono no tiene sabor, olor ni color. La instalación de
un detector de monóxido de carbono minimiza este riesgo.
Distribución de gas
Las estufas y los hornos de gas dependen de puertos claros y abiertos para que funcionen correctamente. Si los orificios del quemador se obstruyen, el gas que se desplaza a través de las líneas y el equipo todavía tiene que ir a alguna parte, así que el gas viaja a través de los puertos que están todavía abiertos.
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